domingo, 26 de abril de 2015

Brownie de Jägermeister - Aida

Hace tiempo leí por Internet una receta de un brownie de Jägermeister que me llamó mucho la atención. Como buena novia de un alemán, me encanta este fuerte licor (que de hecho está muy de moda), así que decidí probar mi propia receta. Bueno no. "Propia", lo que se dice "propia", no mucho, ya que me guié según la receta del "Blooming Brownie" de Lorraine Pascale, la cual saqué del libro "A Lighter Way to Bake", que me compré por 5 librillas el año pasado en Reino Unido :) (lo único que no sale más caro allí son los libros de L. Pascale y J. Oliver!). Si os gusta esta cocinera, os animo a pasaros por su web, ya que hay muchas recetas que salen en sus libros (aunque no todas). Están en inglés, pero Google Traductor os puede ayudar mucho ;). Más adelante iré publicando más recetas que iré haciendo de esta fantástica cocinera.

A lo que iba. Como me apetecía mucho mezclar el delicioso sabor del chocolate con el fuerte aroma de Jägermeister (para los que no lo conozcáis, es un licor parecido a la Ratafía, hecho con muchas hierbas y especias), decidí probar mi propia versión y compartirla con mis compañeros de la uni (todos amantes del chocolate y el Jäger como yo...):

De izq. a der.: Manel. Laura, Mónica y Dàlia, disfrutando de la dura vida estudiantil

Como podéis ver, disfrutaron como enanos. Laura puso una cara tan indecente, fruto del placer que le provocó el brownie, que la consideramos demasiado obscena como para ser publicada, así que la tuve que sustituir por su personaje de dibujos favorito. Al final del post podréis ver lo mona que es (cuando no come brownies, hehehe).

¿Queréis ver cómo de sencilla es la receta?

Ingredientes:

100g de mantequilla sin sal
150g de chocolate negro para fundir
3 huevos M
Las claras de 2 huevos
100g de azúcar moreno fino
3 cucharadas soperas de harina
1 cucharadita de levadura en polvo (o medio sobre de levadura Royal)
Una pizquita de sal
Cacao en polvo y/o azúcar glas para decorar
75ml de Jägermeister (aunque se puede sustituir por la ratafía que tengáis, si así es)

Preparación:

Lo primero, como siempre, es precalentar el horno a 180 ºC. Prepararemos un molde cuadrado o rectangular, según prefiráis, untando margarina o mantequilla por todo el recipiente y espolvoreando harina por encima. De esta manera el brownie no se quedará pegado.

Deshacemos la mantequilla en una cazuelita a fuego muy bajo. Cuando se haya derretido, apagamos el fuego y añadimos el chocolate negro, que previamente habremos cortado en cuadraditos pequeños (no tienen que ser perfectos, es simplemente para que se deshaga mejor y más rápido). Removemos hasta que el chocolate se haya deshecho y mezclado bien con la mantequilla. Os quedará una mezcla muy suave y brillante.

Acto seguido, batiremos los 3 huevos. Mientras los batimos, añadiremos el azúcar fino (mejor si es en polvo, pero si sólo es fino también sirve) poco a poco a la mezcla. Añadimos también el Jägermeister, la sal y la levadura mientras se bate para que todo se mezcle bien.

Una vez la mezcla esté, añadiremos el chocolate deshecho y las cucharadas de harina y lo apartaremos. Aquí es cuando viene el truco que me salté un poco y por lo que el brownie no me quedó tan esponjoso como podría haberme quedado (aunque sí me quedó muy jugoso, presumo que por el licor). Batimos las dos claras de huevo a punto de nieve y después las mezclamos con mucha suavidad (preferentemente con una cuchara de madera y haciendo círculos para mezclar, de abajo a arriba una y otra vez) con la masa que ya hemos preparado con todos los ingredientes. Yo esta vez mezclé todo a lo loco (aunque otras veces lo he hecho como os digo aquí, primero una cosa y luego con las claras) y os garantizo que quedará mejor si lo hacéis de esta manera, ya que la textura será más esponjosita.

Una vez esté todo bien integrado, depositaremos la mezcla en el molde y lo hornearemos unos 20 o 25 minutos o hasta que al pinchar un palillo en el brownie éste salga seco. Otro error que cometí y que rectifico al redactar la receta: se me fue la pinza y eché el cacao en polvo sobre el brownie antes de meterlo al horno. Mal, muy mal. Porque al salir quedó, no sé cómo decirlo, raro. Intenté mejorarlo con azúcar glas y no me quedó tan bonito como otras veces me ha quedado, eso sí, de sabor estaba insuperable.

Mira que decorarlo antes de sacarlo del horno... *PARRAS*

Una vez lo hayáis sacado del horno entonces, sólo quedará que se enfríe (veréis que baja y se "retrae") y decorar (a ser posible, mejor que yo esta vez, hehe). Está muy rico con un vasito frío de leche o, ya puestos, ¡con un chupito hiper helado de Jägermeister!

No tendrá la mejor pinta, pero me está entrando un hambre sólo de redactar la receta y poner las fotos...

Con 75ml de Jägermeister queda un sabor muy intenso (y cuando digo intenso digo fuerte) a especias en el brownie y éste a su vez queda muy jugoso, así que recomiendo usar esta proporción de licor sólo si os requetencanta el Jäger, sino, usad más bien la mitad (o incluso menos, eso sí que va totalmente a gustos). A mí y a mis amigos nos chifló (incluso a mi hermano [que tiene 13] el muy pillo), pero para mis padres hubiera estado mejor un pelín menos de licor.

¿Os ha gustado la receta? ¡A nosotros nos encantó!