Hoy toca... ¡receta!
En Semana Santa fue el cumple de mi novio Marian (sí, en Alemania "Marian" es un nombre tanto para hombre como para mujer), así que tenía la excusa perfecta para hacer algún pastelillo. Su madre tenía una receta en mente muy sencilla y cuyo resultado mi novio me garantizaba que era exquisito, así que le pedí que me dejara ayudarla para poder así tomar nota. Así pues, hicimos juntas (¡en un periquete!) una tarta de champán y limón, la "Tarta de Ulle", como a mí me gusta llamarla. Su receta, su nombre.
Es una receta que no necesita horneado, sólo tiempo para dejarla reposar en la nevera. Nosotras la hicimos por la tarde del lunes para tenerla lista al día siguiente ya por la mañana, pero también se puede hacer con menos tiempo, basta con que repose en la nevera mínimo unas 3 horas.
Las fotos no son las mejores (están hechas con mi móvil), pero espero que os den una idea de cómo queda:
Lo que más me gustó de esta tarta es, además de lo
sencilla y rápida que es (creo que hasta el momento la más rápida y fácil de hacer de todas las
recetas que hemos publicado), la
suave textura, como de mousse casi, que tiene junto con, obviamente, el sabor. A mí francamente el champán no me gusta demasiado, pero junto con el limón y la pera que tiene esta tarta debo reconocer que me sorprendió. Creo que se ha convertido en
una de mis recetas favoritas, sin duda alguna voy a hacerla de nuevo pronto. Además, queda como súper piji y sofisticado decir que harás una "tarta de champán", así que creo que es una buena receta si algún día tenéis que hacer algo currado pero la cocina no es lo vuestro.
La púa es que el ingrediente "estrella" no lo podemos encontrar en España. O al menos yo no lo he encontrado al buscar en Mercadona y Lidl. Se llama "Aranca" y es de Dr. Oetker. Me traje seis sobres (que me dan para tres tartas) pero como seguro los gastaré pronto, volveré a comprarlos por Internet, ya que se pueden encontrar en
Amazon. Si alguna lo encontráis ¡avisad!
¡A por la receta!