Tarta de Santiago: ¡Las despedidas no tienen por qué ser amargas!

Por fin voy a publicar una receta!!!!!!!!!! Qué locura de finales de cursos, colonias y actividades mil. 

Hoy os traigo una receta tradicional y súper sencilla. Aunque voy a publicar una receta “mía” la llevó a cabo Aida (que ahora está en Italia, por lo que no está mucho por el blog ahora), aunque es tan fácil que no hubiese hecho falta que estuviese con ella, pero como era súper tarde se nos hizo la hora de la cena y tuvimos que estar las dos en la cocina.

Bueno, al lío, la receta me la paso Ana de Andrés, una farmacéutica que hizo la residencia en el hospital en el que trabajo y es una receta ideal para personas con intolerancia a la lactosa, de ahí que Aida la eligiera para llevarla a la oficina en la que ha estado realizando las prácticas de su carrera, donde una de sus compañeras, Helena, no puede tomar lácteos. Además, la tarta acabó resultando ser la favorita de varias personas en la oficina, ¡ideal!

Ahí vamos:

Ingredientes:

• 250 gramos de almendra molida
• 250 gramos de azúcar
• 5 huevos grandes
• La ralladura de medio limón
• Media cucharadita de café de canela en polvo
• Azúcar glas para decorar
• Mantequilla para engrasar, como la mantequilla lleva lactosa utilizamos aceite de girasol
• Una Cruz de Santiago para decorar, (la busco en Internet y la imprimo, como ésta:)

Preparación:

Precalentar el horno a 175 grados.

En un bol poner el azúcar, la almendra molida, la canela y la ralladura de limón. Con un tenedor mezclar bien todos los ingredientes secos. Una vez mezclados, añadir los huevos y remover con una cuchara de madera o una lengua, no remováis en exceso, sino la almendra empezará a "sudar" y habrá un exceso de líquido. Si esto os pasara no os preocupéis porque no se estropea la preparación, lo que debemos intentar es integrar los huevos pero sin batirlos.

En un molde amplio (recordad que esta tarta es bajita) engrasar los bordes y el suelo con mantequilla o en este caso, para evitar la lactosa, con aceite de girasol. También podemos poner una base de papel de horno, como os vaya mejor. Se hecha el preparado y lo llevamos al horno unos 30 minutos. Pinchar con un palillo, si sale seca ya está. Si la superficie no se ha dorado mucho se puede gratinar unos minutos vigilando que no se nos queme.

Dejar enfriar y antes de servir poner en el centro la cruz o la concha de Santiago, espolvorear por encima con azúcar glas, sacar con cuidado el dibujo y ¡¡¡a disfrutar!!!

Si queréis también la podéis hacer con otros tipos de molde que el típico, alguna vez yo la he hecho en uno cuadrado y la cruz la he puesto en diagonal, queda muy original y fuera de lo corriente. Otra variante de esta tarta es no moliendo tanto la almendra, utilizar en granito o laminada. Queda también muy buena pero la textura varia notablemente, sobre todo con la almendra granito queda muy rústica.

Sólo queda acompañarlo como postre, merienda o desayuno, la opción de vino dulce, café o té os la dejo a vuestro criterio.

***

Espero que os salga súper bien y que disfrutéis, los compañeros de Aida parece que dieron muy buena cuenta de la que les llevó.

Hasta pronto,

Ana María

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