Bizcocho de miel: Recordando tiempos Erasmus - Aida

Esta semana he acabado estando más liada de lo que me esperaba. Entre la búsqueda de trabajo y la planificación de mi viaje a la Toscana la semana que viene, ¡no he parado! 

El pasado martes quedé con Júlia, una simpática tarraconense que el año pasado se acabó convirtiendo en una de las mejores flatmates (junto con Blanca y, en cierto modo, Irene, que vivía en una residencia pero dormía tan a menudo en nuestra casa que era una más) que pude pedir el año pasado durante mi Erasmus. Quise hacerle un bizcocho para rememorar nuestras cenas Erasmus, en las que apretábamos 10 personas (y más) en nuestro humilde saloncito, y Blanca y yo nos las apañábamos con todo tipo de productos sacados de Aldi y nuestros instrumentos de cocina low-cost para preparar ricos postres y, como Júlia decía, "cocs" (bizcochos) para los cumpleaños. Sin embargo... ¡no me dio tiempo! Pero pensé que sería una buena receta para publicar aquí, en el blog, porque es un bizcocho delicioso y muy sencillo de hacer que seguro que os encantará, así que lo preparé ayer noche para podéroslo enseñar.

La receta la saqué del libro "Salvada por los pasteles" de Marian Keyes, del cual ya os hablé cuando compartí la receta de las riquísimas rock cakes. El puntazo de este esponjoso bizcocho se lo da la miel: en combinación con los frutos secos casa de maravilla, y además le da un sabor muy dulce y peculiar que a todo el mundo le suele encantar. Es un ingrediente que suelo usar mucho a la hora de hacer galletas también.

¿Empezamos con la receta?

Ingredientes

• 5 huevos, yemas y claras por separado
• 100g de azúcar
• 100ml de aceite (yo uso de girasol, pero Keyes también recomienda el de nuez o avellana si lo encontráis)
• 100ml de miel 
• 200g de harina
• 2 cucharaditas de levadura en polvo
• 50g de frutos secos (a mí me gusta sólo echarle nueces, pero también podéis ponerle almendras y/o avellanas troceadas)

Modo de preparación:

Lo primero, como siempre, será precalentar el horno a 180 ºC y engrasar el molde con aceite y espolvorear un poco de harina por encima. 

Mientras el horno va cogiendo tempertura, separamos las yemas de las claras. En un bol grande, mezclaremos las 5 yemas de huevo con el azúcar, el aceite, la miel, la harina y la levadura. Cuando la mezcla esté bien homogénea, añadiremos las nueces. Dos trucos: 1) Si las nueces tienden a hundirse cuando hacéis bizcohos, rebozadlas de harina antes de añadirlas a la masa y mezclad muy poquito y 2) Si la miel que vais a usar es muy densa, podéis ponerla en un bol y calentarla un poco antes de añadirla a la masa para que sea más fácil batir todos los ingredientes.

Mientras hacemos esta mezcla, podemos ir montando las claras a punto de nieve en el robot de cocina o bien hacerlo manualmente después de haber preparado la primera mezcla.

Una vez las claras estén bien montadas, con aire y bien blanquitas, las añadiremos con suavidad a la masa. Es importante hacerlo con suavidad y movimientos circulares, de abajo hacia arriba, usando una cuchara de madera o una lengua de cocina para que la mezcla se integre bien sin perder demasiado aire. Aquí es donde necesitaréis tener más paciencia, aunque si lo hacéis bien y con suavidad, la mezcla no tardará en integrarse bien.

Cuando empecéis a mezclarlo, tendrá este aspecto

Una vez tenemos la masa preparada y bien esponjosa, la vertemos sobre el molde y la ponemos en el horno, donde la dejaremos una media hora o hasta que al pinchar un palillo en el centro, éste salga bien limpito. ¡Y ya está! Fácil, ¿no créeis?

¿Os gustan las recetas con miel?

¿Conocéis alguna otra receta del libro de Keyes?

Y, sobre todo... ¿Qué haréis estas vacaciones?

Aida

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