Galletas fáciles sin lactosa - Aida

Hace poco que a una de mis compañeras de trabajo le han dicho que es intolerante a la lactosa, por lo que la pobre siempre se está quejando de no poder tomar los dulces que antes tanto le gustaba comer. Desde luego hay cosas peores, pero entiendo que sea un engorro, porque desde que se lo detectaron he empezado a tomar conciencia de cuántos lácteos tienen casi todos los alimentos que consumimos. 

Así pues, ya tenía una excusa para probar una nueva receta que tenía apuntada desde hacía tiempo pero nunca había probado. Esta semana que viene no creo que tenga tiempo a hacer ninguna, porque además el jueves me voy a Londres hasta el domingo (¡yuhu!), pero como es el cumple de mi padre, con suerte mi madre probará alguna recetilla rica rica que compartamos en el blog. Pero ¡volvamos a las galletas!

¿Queréis ver cómo de fáciles son?

Ingredientes

• 3 huevos M
• 150g de azúcar
• 275g de harina
• 1 cucharadita rasa de levadura en polvo
• 2 cucharadiras de esencia de coco
• 1 cucharada sopera de cacao puro en polvo

Elaboración

Lo primero que haremos tras haber encendido el horno a 180ºC para que se precaliente, será batir los dos huevos con fuerza hasta que aumenten de volumen, para lo que reocmiendo usar la máquina si tenéis. Una vez estén con un aspecto más esponjoso, añadiremos el azúcar, la esencia de coco y el cacao. La receta original no tenía cacao y la esencia era de vainilla, pero decidí probar algo diferente, así que probad el sabor que más os guste cuando las hagáis.

Una vez tengas una masa de aspecto homogéneo, añade la harina y la levadura. Si lo estáis haciendo en la Kitchen recordad cubrirla con un trapo ¡para que no se os llene la cocina de harina!

Os quedará una masa muy líquida y difícil de manejar, por lo que será mejor que la dejéis reposar, cuanto más tiempo mejor. Yo la dejé reposar sólo 5 minutos y fue un error, porque estaba muy pegajosa y costaba hacer la forma redondeada de las galletas sin que la masa se me pegara a las manos. Si esto os pasara, recordad embadurnar bien vuestras manos con harina para evitarlo:

Las ponéis en una bandeja con papel de hornear con espacio entre ellas porque se expandirán un poquito, y hornearlas diez minutos.

Una vez estén listas, dejad que se enfríen un poco y podéis decorarlas con un poco más de cacao en polvo por encima. La textura es bastante flexible, como de cookie del Starbucks, para que nos entendamos, así que os animo a que las probéis también añadiéndoles trocitos de chocolate negro. ¡Y ya está!

¡Riquísimas!

¿Probaréis estas galletas?

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Aida