Tarta de fresas y champán - Ana María

Siempre tengo cosas pendientes por hacer, y la tarta que os voy a explicar hoy llevaba en el tintero 2 años!!! La vi en Canal Cocina, en un programa sobre bloggeros. Me encantó y pensé en mi marido e hija, pero por una cosa u otra no había podido llevarla a cabo. La receta es de un blog que se llama “Cocinando entre Olivos”, el cual os aconsejo mucho. A mí me gusta prácticamente todo lo que hace, además, Ana María, la autora, es un encanto.

Aviso que esta receta es un poco larga por los tiempos de enfriados, pero queda muy bonita y muy buena. También deciros que para que me cupiera en el molde que yo tengo he modificado las cantidades para que no me sobrara ni mousse ni gelatina. Hechas estas aclaraciones...

¡Vamos a por la receta!

Tarta de fresas y cava

Para esta receta he utilizado un molde de silicona desmontable con base de porcelana de 23 centímetros.

Primera parte

Lo primero es poner una base de bizcocho o bien rellenar con bizcochos de soletilla o, como yo he hecho hacer una base de bizcocho genovés. Para ello he utilizado:

• 3 huevos
• 90 g. de harina tamizada
• 90 g de azúcar
• Media cucharadita de café de levadura en polvo

Batiremos los huevos con el azúcar hasta doblar su volumen para después incorporar la harina y la levadura con movimientos envolventes. Lo ponemos en el molde y llevamos al horno precalentado.

Lo dejamos a 180ºC unos 10 minutos aproximadamente. Una vez hecho, sólo queda dejarlo enfriar. 

Segunda parte

Para realizar el resto de la tarta necesitaremos:

• Fresas*
• 1 botella de cava 
• 400 g de azúcar
• 400 ml de nata para montar
• 13 hojas de gelatina 
• 200 ml de agua

*Con unos 500 gramos hay más que suficiente pero vigilar si las compráis en tarrina que a veces por abajo no están muy bonita.

En un recipiente con agua fría ponemos a hidratar 3 hojas de gelatina. Reservamos 200 ml de cava (que luego usaremos para hacer la gelatina superior del bizcocho, no la mousse) y ponemos el resto en un cazo (para hacer el almíbar qdel bizcocho y de la mousse). Le añadimos 200 gramos de azúcar y lo llevamos a ebullición. Después de que el azúcar se haya disuelto y haya hervido un par de minutos, lo retiramos del fuego para dejarlo enfriar. Apartamos medio vaso (más o menos) para pincelar el bizcocho con este almíbar de cava. Si sobra un poco de ese almíbar pero nos han caído migajas del bizcocho en él, simplemente lo colamos cuando lo volvamos a poner con el resto de almíbar preparado, el cual reservaremos para usar más adelante.

En el cava restante (es decir, con el que no hemos emborrachado el bizcocho) disolveremos las hojas de gelatina (3) una vez estén escurridas. Si el cava se os ha enfriado mucho, calentarlo un poco para que la gelatina se disuelva bien.

Montamos la nata y la incorporamos en el almíbar de cava al que hemos añadido las 3 hojas de gelatina con movimientos envolventes para que no se nos baje la nata. Una vez esté todo bien integrado, lo vertemos sobre el bizcocho (que ya estará bien encajado en el molde) y lo dejamos enfriar y solidificar en la nevera. Os aconsejo que lo dejéis reposar como mínimo 1 hora.

Tercera parte

Lavamos las fresas y las dejamos escurrir bien. Las cortamos longitudinalmente y reservamos.

Pasado el tiempo de enfriamiento de la mousse, ponemos 9 hojas de gelatina a hidratar en agua fría.  A parte, llevamos al fuego los 200 ml de cava (que previamente habíamos apartado), 200 ml de agua y 200 gramos de azúcar. Disolvemos bien el azúcar y dejamos hervir un par de minutos sin dejar de remover.

Cuando se haya enfriado un poco, pero siga caliente, añadiremos las hojas de gelatina ya hidratadas y escurridas. Removeremos hasta que se hayan disuelto bien. Seguidamente dejaremos enfriar la mezcla removiendo de vez en cuando para que no cuaje. Es muy importante que no se enfríe del todo, ya que sino la gelatina cuajaría y la necesitamos lo más fría posible pero todavía líquida.

Sacamos mientras tanto el preparado que tenemos en la nevera (el bizcocho con la mousse ya fría) y disponemos por encima las fresas. Echamos sobre la superfície de la mousse y las fresas una capa de gelatina (lo más fría posible) muy fina, sólo la cantidad suficiente para que se quede la fruta fija (que llegue a la mitad de las fresas como mucho).

Lo volvemos a llevar a la nevera y esperaremos a que cuaje,, ya que sino correremos el riesgo de que la gelatina desplace la mousse hacia arriba o bien que haga subir la fruta. Una vez que la gelatina "selladora" haya cuajado, volvemos a sacar la tarta de la nevera y terminamos de cubrir las fresas con la gelatina de cava.

Puede pasar que la gelatina espese en el cazo al enfriarse, pero con llevarlo al fuego y remover con unas varillas volveremos a tenerla perfecta para cubrir, eso sí, no la echéis muy caliente. Seguid el proceso anterior, removed mientras enfría y echad delicadamente y lo más fría posible para que no se deshaga o estropee la parte inferior.

Cuando esté todo cubierto, la guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir. Lo ideal es hacer esta tarta el día anterior con toda la calma posible. Parece muy larga por los tiempos de enfriado pero apenas da faena.

Como ya os he indicado he variado un poco la receta original, a mí me ha ido bien pero si queréis pasaros por el blog de “Cocinando entre olivos”, a parte de la explicación y el paso a paso hay un vídeo.

Espero que os guste y que disfrutéis tanto como nosotros, al hacerla y al comerla.

¿Qué os ha parecido esta tarta?

¿Alguien se anima a probarla?

¡Besos para todos!

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Ana María