miércoles, 10 de junio de 2015

Tarta de chocolate - Aida

¡Lo prometido es deuda! Y el pasado viernes os dejé a muchos y muchas con ganas de una rica tarta de chocolate, lo sé... ¡Pero aquí está!

Lorraine Pascale es una de las cocineras que más me gustan desde que mi madre me la descubrió en Canal Cocina. El año pasado me pude hacer con dos de sus libros, y en "A Lighter Way to Bake" encontré esta maravilla de tarta de chocolate.

Es una tarta muy densa y algo seca, por lo que es muy importante que uséis un molde desmontable, porque se pega con facilidad al molde y si usáis uno como el que yo usé se os deshará con facilidad. En la receta se recomienda usar uno de 18cm.

¡Vamos con la receta!

Ingredientes:

100g de mantequilla sin sal
1 cucharadita de café instantáneo
200g de chocolate negro, en trozos pequeños
200g de chocolate con leche, en trozos pequeños
4 yemas de huevo
5 claras de huevo
75g de azúcar fino
150g de coco deshidratado
Una cucharada sopera de leche

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180 ºC (160ºC si es con ventilador). Cubrimos el molde con papel de horno y/o engrasamos antes de espolvorearlo con dos cucharadas del cacao en polvo para poder desmoldarlo con más facilidad después del horneado.

Deshacemos la mantequilla a fuego bajo y cuando esté líquida añadimos el café instantáneo. Removemos hasta que se haya disuelto bien mientras mantenemos el fuego bajo. Seguidamente lo apartamos del fuego y añadimos los dos tipos de chocolate a pedacitos, removiendo de vez en cuando hasta que se deshaga del todo.

Mientras tanto ponemos las yemas de huevo en un bol grande y los batimos hasta que se aclaren un poquito. Con la Kitchen Aid se tarda sólo 2 ó 3 minutos, pero manualmente tardaréis un poquito más. No hace falta que cojan mucho aire, sólo que adquieran una textura más cremosa.

Una vez el chocolate se haya deshecho y esté bien homogéneo, lo añadimos a las yemas de huevo y seguimos batiendo para que se integre todo bien. Por otro lado, ponemos en un bol el coco deshidratado con un poquito de leche (una cucharada será suficiente) para que se hidrate un poco y apartamos para más tarde. Seguidamente batimos las claras de huevo en un bol grande hasta que se pongan blanquecinas pero antes de que cojan mucho aire. Mientras seguimos batiendo para que se monten, añadimos el azúcar poco a poco para obtener un merengue muy esponjoso.

Una vez el coco esté hidratado, le escurrimos la leche si sobra y lo añadimos a la mezcla del chocolate y las yemas de huevo. Una vez esté todo integrado, añadimos con suavidad las claras de huevo montadas, con movimientos circulares para evitar que el aire se vaya. Es muy importante ser delicados para que la torta quede un poco esponjosa (aunque no demasiado) y no excesivamente densa, ya que es un pastel que no lleva levadura ni bicarbonato.

Cuando tengamos la masa bien integrada, la depositamos con suavidad en el molde que tenemos preparado con cuidado de que no pierda mucho cuerpo ni volumen. Si queda distribuida de manera muy desigual, lo compensamos repartiendo la masa por el molde con la ayuda de una cuchara grande y seguidamente lo ponemos en el horno unos 45 o 50 minutos o hasta que al meter un palillo en el centro éste salga seco.

Una vez horneado, dejad enfriar esta tarta un buen rato, porque si la desmoldáis en caliente se os deshará seguro. Se os hundirá un poquito por el centro y adquirirá un aspecto algo agrietado, pero al espolvorear las dos cucharadas de cacao en polvo restantes por encima, veréis lo bonita que queda. Es una tarta con muchísimo sabor a chocolate, así que a mí me gusta servirla con nata montada sin azúcar, para compensar el dulzor del chocolate.