martes, 1 de septiembre de 2015

Bizcocho de limón - Aida

Y como yo sé que echábais de menos los bizcochitos en el blog (que lo sé...), ¡hoy os traigo una receta! ¡Por fin, ueeeee!

Sentimos no haber podido hacer más dulces este verano, pero es que con el calor de verdad que poco apetece meterse en la cocina. Además, mi madre tiene tendinitis en la muñeca izquierda desde hace semanas y para desgracia para nuestros paladares pero fortuna para nuestra dieta (hehehe), no puede cocinar mucho últimamente ni preparar deliciosas recetas para compartirlas con vosotros.

Pero tranquilos, que conociéndola, todos sabemos que volverá a lo grande.

Cómo será la vuelta de mi madre al mundo de la cocina de dulces
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¡Receta de bizcochito al fiiiiiiiiiiiin!

La receta que os traigo hoy es fácil, rápida y encima necesita pocos ingredientes que además seguro que tenéis por casa. ¡Además está tan rica! Se trata de un esponjoso bizcocho de limón con el que podéis acompañar vuestro té helado esta tarde. La receta la saqué de una revista que me regalaron hace años, "Repostería para principiantes", de la cual he hecho ya muchísimas recetas, ¡todas riquísimas!

Hace unos días me apetecía hacer algo (ya echaba de menos yo el horno), pero no quería complicarme mucho. Fue entonces cuando pensé en hacer este bizcocho, que tiene un fuerte pero dulce sabor a limón, y poder llevarle un trozo a mi abuela (cual caperucita roja) que es tan megafan del limón o más que yo.

Pero dejo de enrollarme.

¿Queréis hacer un rápido y esponjoso bizcocho de limón?

Ingredientes:

100g de mantequilla ablandada
150g de azúcar (a ser posible fino) + 2 cucharadas para el almíbar
3 limones pequeños
2 huevos L
175g de harina para repostería*
30ml de agua para el almíbar

*Esta harina ya lleva levadura de por sí, razón por la cual no necesitaremos añadir ningún ingrediente para hacer que el bizcocho "suba". Si no tenéis (-delito-), podéis añadir medio sobre de levadura Royal a la harina que tengáis.

Una foto publicada por Aida Domínguez (@lunadecoco2) el 28 de Ago de 2015 a la(s) 2:31 PDT

Elaboración:

Primero, como siempre, precalentamos el horno a 180 ºC. Una vez encendido, utilizamos papel de horno para cubrir el molde, que deberá ser alargado. Cuando cubramos las paredes del molde, dejamos algo de papel sobrante en los laterales para después poder extraer el bizcocho con más facilidad.

Empezamos batiendo la mantequilla (si no la tenéis blanda a tiempo, podéis ponerla 10 segundos en el microondas) junto con el azúcar, que cuanto más fino sea, mejor. Batimos hasta que quede una mezcla suave y pálida. A continuación añadiremos la ralladura de los 3 limones y los 2 huevos que previamente habremos batido en un bol. Para evitar que éstos se cuajen al añadirlos a la mantequilla con azúcar, podemos añadir los huevos a cucharadas poco a poco para que se integren lentamente o bien añadir una cucharada de harina a la vez. Dejamos que todo se mezcle bien y quede una suave masa homogénea. Entonces añadimos el resto de la harina y seguimos batiendo hasta que todo esté muy bien integrado. Deberá quedar una masa densa pero de aspecto suave y esponjoso y con un delicioso aroma a limón.

Con la ayuda de una lengua de cocina, vertemos la mezcla sobre el molde, intentando que la masa quede bien distribuida a lo largo de ésta. Si nos queda muy desigual, lo nivelamos con ayuda de la lengua.

Seguidamente añadiremos el bizcocho al horno, donde lo dejaremos reposar unos 50 minutos aproximadamente, hasta que al clavar un palillo en medio, éste salga limpio y seco.

Si queréis darle un sabor muchísimo más intenso a limón, mientras el bizcocho se hornea, prepararemos una llovizna de limón (almíbar) con la que bañaremos el bizcocho. Para ello, pondremos en un cazo pequeñito 30ml de agua, 2 cucharadas de azúcar y el zumo de dos de los limones que previamente hemos usado. Una vez el bizcocho esté listo, verteremos la llovizna sobre el bizcocho para que éste absorba el zumo y deje un bizcocho ácido y dulce a la vez, y con de textura esponjosa y muy suave.

Una vez haya absorbido el almíbar y haya reposado el tiempo suficiente como para haberse enfriado, lo sacamos del molde con ayuda de las "lenguetas" de papel que habremos dejado antes y... ¡a comer!