Para inaugurar el apartado de "Cosméticos" al cual hace referencia la parte de "cremas" del título del blog, hoy he decidido compartir lo que, según mi parecer, ha sido uno de los regalos más exitosos que jamás haya hecho.
Palabra.
El año pasado, mientras estuve un año estudiando en Inglaterra, decidí hacerle un regalo sorpresa a mi madre para el Día de la Madre. Para ello, entré en
Etsy, una página web de venta de artículos (muy parecida a Pinterest) que me tiene enamorada desde que la descubrí.
Al principio no me decidía. ¡Hay tantas cosas que me gustan en Etsy! Joyería de plata, objetos de decoración, artículos para la cocina... Al final me decanté por los cosméticos orgánicos, ya que sé que a mi madre le gustan tanto o incluso más que a mí. En mi búsqueda del
regalo perfecto (que se ajustara a un
presupuesto más bien ajustado -no olvidemos que estaba estudiando en el extranjero-,
que enviara a España y que tuviera jabones o
cosméticos ecológicos), di con
The Forest of Bubbles, una tienda artesanal de Bilbao.
The Forest Of Bubbles
Nada más entrar en el perfil de la tienda ya me enamoré, ¡sólo con ver las fotos, ya me imaginaba unos olores exquisitos! El precio medio de las pastillas de jabón era de 5€ y, además de jabones ecológicos (elaborados utilizando el método de proceso en frío), tenían otros productos, como bálsamos labiales, suavizantes para las manos o exfoliantes (¡y encima, todos los ingredientes de todos sus productos son 100% orgánicos, naturales y de origen vegetal!). Así pues, después de muuuuucho rato (me costó horrores decidirme, todo parecía fantástico!), me decidí por un bálsamo labial, un jabón y un exfoliante para pies. Hice la compra y les envié un mensajito a las dueñas de la tienda, preguntándoles si era posible que lo envolvieran y pusieran una pequeña nota (no me esperaba nada demasiado refinado, era simplemente para aportar un pequeño detalle más personalizado a la sorpresa) cuando enviaran el paquete. Me contestaron en seguida diciendo que no me preocupara, que se les daba muy bien dejar los paquetes bonitos y que lo enviarían al día siguiente para asegurarse de que mi madre lo recibía a tiempo.
Qué sorpresa más grata cuando, al día siguiente, ¡me enviaron una fotografía del resultado!